Consideraciones para el Huerto Urbano
Observando el interés y la importancia que va cobrando el tener un huerto urbano, en esta sección me concentrare sobre los principales factores en los que debemos de enfocarnos para empezar nuestro huerto. Igual compartiré los detalles de cómo han sido mis experiencias y experimentos para lograr un buen crecimiento y estar seguro de lo que estoy haciendo.
En las demás secciones profundizare en aspectos un poco más técnicos para no tener dudas de porque funciona un tratamiento, si en verdad es adecuado para todas las plantas, o si debo de estarlo aplicando en todo momento. Pues es muy común toparse con publicaciones que dicen: “agrega esto a tus plantas y crecerán bastante, tendrán una salud de hierro”, y uno lo aplica todos los días porque creemos en ese producto que nos están mencionando; terminamos por matar a la planta, se presentan enfermedades, o si contamos con suerte, la planta es fuerte y solo se decae por un leve momento.
¿Qué es lo que necesito para comenzar?
Primero: y lo más importante, pasión
por las plantas. Saber que vas a tener que dedicarles tiempo y no te desagrade,
siendo capaz de pasar horas trabajando en ellas y sientas que en verdad
aprovechaste ese tiempo. En realidad, no va a ser siempre una gran inversión de
tiempo, pero si cada 2 días darles una revisada para detectar oportunamente
algún problema y si lo hay poder actuar rápidamente.
Segundo: Escoger el lugar para el
huerto, si tienes espacio tendrás toda la ventaja de poder elegir un espacio
que tenga buena luz (8 horas mínimo), con lo que no tendrás problemas con
querer cultivar la mayoría de plantas; en caso de solo poder contar con un
lugar pequeño que deseas aprovechar, se puede perfectamente solo habrá que
considerar tener plantas que requieran menos horas de luz.
Tercero: Verificar las medidas
para proteger el espacio destinado al huerto. Por ejemplo: si vas a utilizar un
balcón debes asegurarte que el agua de las macetas no dañe el concreto u otra
estructura, por lo que sería buena idea tener algún recubrimiento o una mesa de
contención donde se dirija el excedente de riego a una coladera o recipiente de
almacenaje. También debemos considerar a los animales, si tenemos mascotas que
pueda dañar a las plantas.
Cuarto: Debemos estar conscientes
del clima de nuestra zona. Muchas veces queremos cultivar plantas de otros
climas, queremos tropicales cuando tenemos un clima frío de montaña (se podría,
pero necesitaríamos invernaderos o protecciones en determinados horarios).
Debemos escoger variedades adaptadas a nuestro clima para no tener que gastar
demasiado esfuerzo en plantas que sufrirán de condiciones de estrés por no estar
acostumbradas, además de que serán las favoritas muchas veces de plagas.
Quinto: Agua de riego de ser
posible sin gran concentración de sales; si usas del grifo se debe dejar que
pierda el cloro por evaporación dejando el agua reposar al menos una noche en
un recipiente sin tapa. Se debe regar solo lo necesario para mantener la tierra
húmeda sin encharcar ni dejar que se seque en exceso. Además de considerar el
tipo de planta, hay algunas que aman el gua y necesita ser regadas a diario,
pero hay otras de un riego a la semana.
Sexto: elección de recipientes. Cada
planta requiere de una determinada cantidad de tierra debido a su crecimiento
radicular, para que las raíces se desarrollen adecuadamente; tener el sustrato
necesario será bueno para extraer los nutrientes que se requieran en las
diferentes etapas de desarrollo de planta; la tierra es el contenedor de agua
para la planta, en macetas pequeñas debemos regar continuamente para evitar se
deseque.
Séptimo: Espacio entre plantas. No se debe
sembrar las plantas muy juntas para evitar la competencia por nutrientes y no se entorpezca el crecimiento de la parte verde. El sembrar no respetando el
espacio mínimo podría generarnos problemas de hongos. En algunos casos podremos
hacer siembras de asociaciones benéficas.
Octavo: Calidad de la semilla.
Debemos tratar de utilizar semilla de calidad para una siembra con una alta
tasa de germinación, la cual podemos conseguir con alguna comercializadora
certificada o algún productor de buena reputación.
Noveno: Abonado. Debemos tener
siempre presente: “el abono correcto, en el tiempo correcto y para la planta
correcta”. Debemos considerar cual es el mejor abono para el estadio de
crecimiento de la planta, no es lo mismo abonar para un desarrollo del follaje
a cuando buscamos el desarrollo de frutos.
Decimo: Suelo. De ser posible debemos de asegurarnos de preparar el suelo en las proporciones adecuadas que garanticen una buena disposición nutrimental, una aireación correcta, que no se tienda compactar, rico en materia orgánica, etc.
Lo anterior es de manera muy
general los puntos a ser considerados para empezar nuestro huerto urbano,
aunque parecen muchos, en la práctica y con experiencia resultan muy sencillos
de implementar.
0 Comentarios