Suelo para el Huerto Urbano
El suelo es una de las partes más importantes para nuestras plantas siendo el escenario principal en donde ocurren la mayoría de las reacciones bioquímicas, degradaciones de materia orgánica, intercambio de nutrientes, habitan de no nada mas de nuestra planta sino de una gran variedad de microorganismos, es nuestro principal almacén de agua, regulador del pH (efecto buffer), etc. Tenerlo adecuadamente preparado antes de comenzar a sembrar o de mezclarlo para ser el sustrato de alguna de nuestras plantas, debemos de asegurarnos de conformarlo con los materiales necesarios para crear una mezcla bien balanceada (en la medida de lo posible).
Pero como es costumbre, partamos de la definición de suelo:
Joffe, J. 1949. Podology, nos dice: “El suelo es un cuerpo natural de constituyentes minerales, animales y orgánicos diferenciados en horizontes de profundidad variable que difieren en morfología, constitución física, propiedades químicas y en características biológicas del material subyacente”.
Buckman H. O. y Brady N. C. 1966. The Nature and properties of soils. Establecen: “El suelo puede definirse como un cuerpo natural, conformado en un perfil, con una mezcla variable de minerales disueltos e intemperados y materia orgánica en descomposición que cubre la superficie terrestre y que provee en parte, el sustento de las plantas”.
Las definiciones anteriores nos dejan en claro que el suelo es el resultado de la interacción de factores físicos, químicos y biológicos que le terminan por dar sus características físicas distintivas; por lo que podemos tener una gran variedad de tipos de suelos dependiendo de la región en la que nos encontremos, debido al clima, matera orgánica, relieve, formación terrestre, roca madre, etc.
¿Qué vamos a hacer con el suelo en el huerto urbano?
Tanto si tienes espacio para un huerto grande y establecido
en la tierra de forma directa, como si vas a aprovechar un balcón o un lugar de
la azotea; no vamos a fabricar suelo desde cero, la formación de un centímetro
de suelo necesita alrededor de 100 años para lograrse. Vamos a partir de la
tierra que podamos conseguir, algún costal que vendan en un vivero, de alguna construcción,
o de alguna otra parte en que podamos recolectarla (recuerden no depredar).
Esta tierra obtenida vamos a enriquecerla a través de
añadirle otros materiales como son: composta, bokashi, tierra de hojas,
cascarones de huevo, cisco de carbón, perlita, turba, fibra de coco, etc. Esto
para lograr formar un medio de cultivo idóneo, donde tengamos en su constitución
partículas finas, partículas grandes, materia orgánica, minerales, oxígeno, y
espacio que permitan al aire llegar a las raíces.
Tipos de suelo por tamaño de partícula
Las clasificaciones del tipo de suelo por tamaño de partícula
son:
- Arcillosos: son reconocibles por ser maleables al estar húmedos, se cuartean al estar secos, son bastante fértiles, y son constituidos por partículas pequeñas.
- Limosos: de partículas medianas, de materia orgánica abundante, el agua se filtra lentamente, y son muy reconocidos por compactarse al estar secos.
- Arenosos: de partículas grandes, permiten una filtración del agua bastante buena, aunque por esto tienden a secarse muy rápidamente. No suelen gran cantidad de materia orgánica, por lo que sembrar en ellos no es muy recomendable.
Formemos nuestro suelo de siembra
De la clasificación anterior (hay otras que veremos más
tarde) concluimos que nuestro suelo de siembra en nuestro proyecto de huerto
urbano debe de poseer materia orgánica, tierra negra, hojas, material poroso, algún
otro ingrediente normalmente para aportar nutrientes. Todo lo anterior para
lograr una combinación cercana a un suelo franco (suelo en equilibrio con los
tres tipos de suelo citados).
La correcta proporción de materiales varía dependiendo de donde consultes, pero veamos dos que son recomendadas para macetas:
Mezcla 1
- Tierra negra 60%
- Hojas secas 10%
- Composta 20%
- Material poroso (arena, perlita, vermiculita, etc.) 10%
- Más algunos gramos extra de algún fertilizante o preparado a elección.
Mezcla 2
- Tierra magra (tierra de jardín esterilizada) 7 partes.
- Composta o similar 3 partes.
- Material poroso 2 partes.
- Más algunos gramos extra de algún fertilizante o preparado a elección.
- Más algunos gramos de yeso o tierra caliza (entre 15 a 10 g).
Como podemos la composición de ambas es muy similar, aunque recomendaría la primera si estas empezando, ya que es de las proporciones más estándar y equilibradas; además de contar con elementos de fácil obtención dentro de una ciudad y si no tienes alguna tienda de insumos agrícolas cercana. La segunda si sería con algo de experiencia, cuando hayas probado diversos fertilizantes y tengas una idea de cuál te funciono mejor, además de las dosis que hayas visto que funcionaron para tu zona.
No te olvides de probar, haz un ensayo y error
El sustrato ideal dependerá muchas veces de lo que tengas
cerca, por lo que aprovecha los ingredientes cercanos porque no es muy rentable
si es que vas a gastar bastante por traer algún material; y a veces tampoco
necesitas forzosamente hacerlo complicado, sino el ir teniendo la capacidad de
ir probando diversas combinaciones hasta que encuentres con la que mejor resultado
te dé.
Por ejemplo: conozco una persona que solo mezcla como
sustrato inicial para sus macetas un 70% de tierra negra y 30% de composta (está
realizada con varias cosas), y con eso empieza a sembrar; ya cuando la planta
esta crecida le va aportando fertilizantes orgánicos. Y le ha dado buenos resultados.
Me despido
En futuras ocasiones hablare de otros temas relacionados y profundizare mas en el suelo para nuestro huerto. Pero
primero sigamos con los puntos básicos para que ya empieces a sembrar tus
primeras plantas y podamos ir explorando otros temas de interés.
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