El Agua en el Suelo

Distribución del Agua en el Suelo

Continuando con nuestro tema del suelo veamos su importancia como almacén o depósito de reserva de agua para nuestras plantas. Cuando queremos empezar a sembrar una de las incógnitas es que tamaño debe tener el recipiente; porque a muchos nos a pasado que vamos a un vivero o un mercado de plantas y hemos visto plantas de jitomates creciendo en bolsitas de alrededor de 2 kilos de tierra, entonces queremos hacer lo mismo pero solo terminamos con plantas muy chicas o que se nos secan a la primera.

En gran parte, la diferencia radica en que los viveros tienen instalados sistemas de riego (camas de riego) por los que constantemente se les está distribuyendo a las plantas soluciones nutritivas o algún abono; esto les permite tener las plantas en estos recipientes pequeños sin temor a terminar solo con un cementerio de plantas.

agua en plantas

Pero si tu deseas comenzar un huero urbano en los primeros pasos normalmente no se recurre a instalar sistemas de riego; claro que si está en tu capacidad y deseas hacerlo, puedes instalar el sistema que prefieras (ahorraras tiempo mas adelante). De modo inicial comenzamos de la manera tradicional regando con manguera o jicarazos, por lo que si debemos de estar al pendiente de que a nuestra planta no le falte agua al estar sembradas en recipientes dependientes del líquido disponible.

Por lo que nuestro recipiente debe de ser del tamaño indicado que permita contener suficiente tierra, ¿por qué? La capacidad de retención de agua del suelo depende fundamentalmente de su porosidad, en los poros es donde se almacenará el agua de lluvia o de riego; aunque los poros no deben de volverse totalmente agua, ya que también se requiere de aire para que las raíces no mueran de asfixia.

¿Cómo podemos encontrar el agua en el suelo?

Hablemos un poco de las maneras en las que el agua se encuentra en el suelo o como interacciona al estar en este medio, estas son:

  • Agua libre o de gravedad: es el agua que por lluvia o riego termina por llenar los poros del suelo pero con el paso del tiempo y a la gravedad termina por ser arrastrada, dejando aire en el los poros.
  • Agua capilar: es la que termina por capilaridad adherida al suelo y la cual esta disponible para las plantas.
  • Agua higroscópica: es el agua que se une fuertemente a las partículas del suelo y que la planta no puede disponer de ella.
  • Agua de constitución: es la que debe ser utilizada para diferentes componentes del suelo. Aquí si es totalmente inutilizable por las plantas.

Con lo anterior podemos darnos cuenta que el agua disponible para las plantas es principalmente la de capilaridad; y la cual nos determina la capacidad de campo (CC) definida como:

Es la cantidad máxima de agua que retiene un suelo una vez que ha finalizado el drenaje interno y que coincide con el máximo de agua capilar.

La CC nos permitirá hacer una estimación de la cantidad de agua que queda retenida en nuestro suelo; pero de manera general podemos decir que si nuestro suelo es arcilloso tendrá una mayor CC que si fuera arenoso. ¿Cómo la calculamos? La siguiente formula es la que se utiliza: 

calcular la capacidad de campo

En donde:

VCC = Volumen de agua a CC en el suelo en la superficie a [m3]

a = superficie [m2]

p = profundidad [m]

d aparente = densidad aparente en t/m3

CC = Capacidad de Campo [% respecto a suelo seco]

La anterior formula es meramente informativa para quienes quieran hacer el cálculo de la CC para su terreno, bancal, parcela, etc. Ya que este tipo de cálculo es más indicado para cuando se siembra directamente en la tierra y tenemos un flujo de agua notorio; en cambio en macetas o recipientes lo tenemos controlado en la medida que controlemos el riego.

Suelo mojado

Lo importante es considerar que mientras el suelo de nuestras macetas este húmedo (no encharcado) el agua tendrá libertad de movimiento y podrá ser extraída por nuestras plantas de manera fácil; pero si el suelo está seco, el agua pasará a ser retenida muy fuertemente por fuerzas capilares y por el mismo suelo (agua de constitución), dificultando o imposibilitando la absorción por las plantas (condiciones de estrés hídrico).

No debemos dejar que la tierra de nuestras macetas se seque en demasía para que evitemos condiciones de estrés para nuestras plantas, eso sí, no debemos ir nos al extremo y reguemos excesivamente. 

Por el momento le dejamos en este punto, pero seguiremos subiendo temas relacionados para lograr nuestro huerto urbano deseado.


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